Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

jueves, marzo 10, 2005

Los mercaderes de justicia

Por mucho que creamos los nicaragüenses que ya hemos visto todo en lo que se refiere a la política que se lleva a cabo en nuestro país, por lo menos en lo que a mi concierne, no es así; y yo era uno de esos que creía saberlo casi todo.
Me refiero específicamente a la forma como se resuelven los "problemas" que se presentan entre los que se involucran en esa prehistórica manera de entendimiento: La politiquería a lo nicaragüense. Más al grano. Los miembros de nuestra Asamblea Nacional y el último dilema; ¿Cómo resolver la situación del ex-presidente Alemán?
Supuestamente, el Doctor Alemán ha sido juzgado y condenado a veinte años de prisión, aunque afirman los expertos en materia legal, y estoy seguro es así, que la sentencia no es firme. Pero aparte de eso, lo que revuelve el estómago es que tal decisión depende de las negociaciones que se realizen entre el PLC y el FSLN; en otras palabras, eso será una decisión política, y no una resolución jurídica.
Entonces, ¿Para qué sirven la Constitución y el Código de Instrucción Criminal? Lo único que nos resta pensar es que esas dos "cosas", se aplican únicamente a los pobres y aquellos que no tienen "palancas", pues sea cual sea la decisión en el caso Alemán, penderá del humor en que se encuentre Daniel Ortega cuando llegue ese día, si es que no han logrado alcanzar algún acuerdo.
Pero tan increible como esto pueda sonar, lo más trágico y vergonzoso es que los diputados/negociadores hablan de esto tan abiertamente como estoy seguro se trataba el tema, el día en que nuestro país declaró la independencia de España.
¿Porque es que en Nicaragua esta decisión se discute en una mesa de negociación (o de tragos), y no se basa estrictamente en los méritos jurico-legales del caso? No estoy tratando o sugiriendo que se declare culpable o inocente al ex-mandatario, pero sí, que sea cual sea la decisión, se tome basada en las leyes y pruebas fehacientes, y no en un mísero acuerdo de aspirantes a líderes, que defienden su asiento con la mirada fija en su jefe máximo, y dependiendo de las "señas" que éste emita, así moverán el cuello, en un si o no que bien puede dejarles desnucados por la intensidad del movimiento a propósito exagerado para que el "jefe" note la lealtad.
Esto sucede tan a menudo, que los nicaragüenses lo vemos como algo profundamente normal. Pero una cosa es la negociación política en la que se trate estrictamente de aprobación de leyes que beneficien a la nación, y otra, algo que tenga que ver con la libertad, o prisión de un individuo, aunque se trate de un ex-presidente. En otras palabras, aquí la cosa es al revés; la aprobación de esas leyes que han de beneficiar a la población, dependen de que si un acusado sale libre o no, o, como sucedió hace unos años, de que si se le daba curso a una acusación por violación a una menor de edad, a un ciudadano que insiste en ser presidente, o se desechaba el caso.
En esta situación, tan responsable es el acusado, como lo son quienes le cubren las espaldas, y si este resultase culpable, así han de terminar sus cómplices de curul.