Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

miércoles, junio 22, 2005

Se escuchan pasos de animal grande

No fue sorpresa ver la gran cantidad de ciudadanos que asistieron a la Marcha contra el pacto, consecuencia de la corrupción en Nicaragua. Simplemente sucede que habíamos perdido la costumbre de ver a vivanderas, obreros, oficinistas, empresarios, y verdaderos estudiantes, de esos que sólo pasan cuatro o cinco años en la universidad, marchando juntos aunque desde diferentes puntos, tanto geográficos, como ideológicos, pero hacia una meta común: una Nicaragua mejor; aprovechando para recuperar las calles de Managua, y su dignidad como nación también.
Esto no acontecía en muchos años. Fue esa ausencia de expresión cívica, la que ha mantenido engañados a los capos del PLC y FSLN durante los últimos tiempos; pues parecen olvidar las manifestaciones que se daban cuando ya cansados de tanto engaño, burla, y miseria, los nicaragüenses decidimos dar al trasto con la dictadura somocista.
Quizá esta especie de amnesia sea producto de la prepotencia que embriaga a los “iluminados”, esos que realmente se la creen cuando los respectivos bufones les llaman “señor”, “jefe”, ó, “el hombre”, pensando que están destinados a la eternidad política en Nicaragua; que pasarán a la historia como estadistas, ó mejor aún, que no volverán a vender huevos y jabón, unos; y a asaltar bancos, los otros, para tener que sobrevivir.
Por razones inexplicables, pensaban los caciques que la población estaba resignada a vivir con ellos sobre sus hombros, a tuto. Talvez esperanzados en que los recuerdos de las guerras vividas, mantendrían domesticada a la ciudadanía. Pero han errado, el pueblo despierta de su sopor. No hay miedo, nunca lo ha habido, lo que hay es paciencia, simplemente que ellos, han malentendido.
Así como aquel otro dictador y su séquito, tildaba de “comunistas y facinerosos” al pueblo que se manifestaba en las calles, (precisamente Somoza fue el culpable de tener que buscar yo, en el diccionario, el significado de tan desconocida palabra para saber de qué se nos acusaba), los actuales aprendices nos señalan de ser siervos del tío Sam. ¿Quién los entiende? Ojalá se pusieran de acuerdo.
Los chanchullos y manipulaciones de los engendros del matrimonio bipartidista han logrado que la mayoría deje de ser silenciosa. Y por lo menos ese día, esa mayoría traducida a seres humanos, se tornó en inmensa mancha azul y blanco, lo cual fue motivo para que diputados, magistrados, y otros con títulos igualmente deleznables, vociferaran contra los manifestantes, seguramente porque al contemplarlos caminando lento, seguro, y pesado, veían que se alejaban con ellos, las posibilidades de continuar detentando el poder “desde abajo”.
Pero insisten en ignorar el justo reclamo popular para continuar ellos en la orgía draculesca. Así como en el pasado los otros obviaron aquella cuña de radio “Mi preferida” cuando en intervalos, y de forma grave sentenciaba: “Se escuchan pasos de animal grande” mientras en la lejanía, y a la vez muy cerca, sonaban disparos en las calles a manera de trasfondo.
Pero los de hoy, igual que los de ayer, están sordos. No escuchan al animal que se acerca. Que pena.

Luciano Cuadra W.
Junio 16, 2005