Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

lunes, marzo 13, 2006

El voto Caribe

Los resultados de los recién pasados comicios en la costa Caribe no aportaron mayores sorpresas. El FSLN mantiene el poder aunque de manera frágil. Esto es lo que muchos afirmaban que sucedería. Pero por otro lado, un singular número de ciudadanos adictos a la élite del Partido Liberal Constitucionalista aseguran haber ganado esas elecciones simplemente por que esa organización obtuvo la mayoría de votos individuales, creyendo que por ello obligatoriamente alcanzan la victoria, lo que les daría el control sobre los Consejos Regionales. Esperanzadamente a estas alturas ya se habrán dado cuenta que la realidad es otra.
El complejo proceso electoral empleado obliga al interesado en estos asuntos a ejercitar la mente y desarrollar habilidades aritméticas para poder darse una idea de cómo corre el agua durante los comicios.
Habiendo efectuado esta tarea, nos damos cuenta que a pesar de haber logrado una considerable cantidad de votos mayor que la obtenida por el partido orteguista (14.458 para ser exactos), el PLC no logra destronar a los primeros. Pero de manera inexplicable, ciertos líderes del liberalismo arnoldista insisten en sugestionar a sus bases asegurando que ellos ganaron las elecciones. Sin saber nosotros cómo llegan a esa conclusión, sólo resta pensar que quizá estos también piensan gobernar “desde abajo” pues reclamar un “triunfo” de esa clase es como si los norteamericanos afirmaran que en el conflicto en Vietnam ellos obtuvieron el segundo lugar.
Por su parte, el FSLN se esmera en hacernos creer que ellos también ganaron, y se arriesgan utilizando metáforas mezcladas con demagogia. Si el porcentaje adquirido les hubiera dado la victoria como estos dicen, no se verían en la penosa situación de tener que pedirle ayuda a Yátama para poder gobernar. ¿Quién es aquél que recurre a un vecino más pobre y débil para que le ayude a administrar su casa?
El caso de Yátama es muy singular por sus raíces y carácter estrictamente regional. Es tanto el empuje que se viene notando en los votos alcanzados por esta organización, que si los partidos paralelos no cambian de actitud y estrategia, no está lejos el día que Yátama conseguirá el liderazgo indiscutible en futuras elecciones y no tendrá la necesidad de compartir el poder territorial con los advenedizos del Pacífico. En el ínterin, Brooklyn Rivera mantiene su propio mini pacto o Kupia Kumi con Daniel Ortega.
Por otro lado no deja de llamar la atención la agresividad con la que ciertos elementos del PLC han atacado a la ALN-PC y a los logros obtenidos por ésta que la colocan como una tercera fuerza en la vida política nacional. En este universo más amplio no se intenta obviar a Yátama pues precisamente por su naturaleza como partido regional no tendría incidencia en las elecciones generales.
El aducir que la cantidad de votos obtenidos no representan gran cosa, es pretender tapar el sol con el dedo meñique. Se debe tener presente que la ALN fue formada hace apenas pocos meses y se inició sin el andamiaje y red financiera con la que cuentan los dos partidos asociados. Esos 9.057 votos fueron logrados “a puro pulso”, sin recurrir a “comandos electorales” o “brigadas defensoras del voto” y tantos otros términos deprimentes que hacen viajar al pasado logrando que la población confunda al uno con el otro. Quizá sea este temor el que motivó a muchos costeños a marcar su boleta electoral.
Para finalizar debemos aceptar que el alto nivel de abstencionismo se debe sencillamente a que ni el FSLN ni el PLC han hecho algo positivo por los habitantes de nuestra costa Caribe. El primero les repartió bombas y metralla, y el segundo les ha dado toneladas de nada. Los comentarios y análisis triunfalistas con los que nos han ilustrado durante los últimos días los miembros del Estado Mayor de ambos bandos, nos indican que estos utilizan los resultados electorales de la misma manera que un borrachito usa un poste de luz: Más para apoyarse que para iluminarse.