La droga y el sistema judicial

Vaya! Por fin un prominente funcionario de la administración del presidente Bolaños se ha atrevido a expresar lo que muchos nicaragüenses pensamos. En el sistema judicial nicaragüense existe "mano pachona" en los casos relacionados al comercio y transporte de droga. Indudablemente, en la actualidad, pocas personas pueden afirmar categóricamente (por lo menos hasta ahora) que jueces y/o magistrados están en negocios directos o indirectos con narcotraficantes, pero esta sospecha es lo primero que nos viene a la mente cuando vemos que la mayoría, si no es que todos los casos grandes relacionados con el comercio de estupefacientes, son absueltos por el juez que ve el caso. Según un reporte publicado hace algún tiempo por la radio BBC de Londres en su sitio web: "la mayor parte del crack que pasa por Nicaragua llega desde Colombia. Menos atención, sin embargo, ha recibido el problema del consumo interno, a pesar que todo parece indicar que este ha ido aumentado año con año. Según estimaciones de la Policía Nacional, en junio del año pasado los nicaragüenses que consumían algún tipo de sustancia psicotrópica sumaban unos 17 mil." ¿Cómo pueden estos jueces justificar que esos elementos que seguramente son también culpables de que hijos o nietos de cualquiera de ellos hayan caído en las garras de la drogas, salgan libre? Seguramente el primer argumento que se esgrimirá, será el de que ahora en Nicaragua se vive un Estado de derecho y que el acusado es inocente hasta que se prueba lo contrario. Pero a esto la respuesta es sencilla. Si camina como perro, ladra como perro, y orina como perro, pues ...¡es perro! Si un individuo es capturado conduciendo un vehículo que transporta cantidades comerciales de droga, ¿Qué es lo que espera el juez? ¿Qué éste admita libremente y a los cuatro vientos que transporta drogas como medio de distracción durante su tiempo libre? Es lógico que declare que "no tenía idea como llegaron esos paquetes de cocaína al tanque de gasolina de doble fondo de su vehículo". Las experiencias vividas en Nicaragua son la mejor maestra. Es hora que a estos funcionarios se les responsabilice ante la población por la actitud burda y absurda que asumen cada vez que resultan con un caso de drogas y los implicados son absueltos basados en legalismos estúpidos. Ya sea "porque el oficial de policía no le dio los buenos días al acusado al momento de su captura", o por problemas de orden "técnico"; como el de que la computadora borró el archivo, etc..etc. Sea lo que sea, es importante poner y mantener el dedo en la llaga y tenerlo apretado sobre ella. No se debe permitir que este comportamiento se convierta en rutina. Vale la pena repetir lo dicho por el Ministro de Defensa Avíl Ramírez. Nicaragua podría terminar colombianizándose si no exigimos a los jueces y magistrados una actuación más responsable. Si estos señores tienen miedo de las "repercuciones", quizá debe implementarse en el país el sistema de "Jueces anónimos" como se hizo en Colombia y Perú. Esto le ofrece cierto nivel de seguridad y privacidad para proceder de acuerdo a la ley. La lucha contra la corrupción en el sistema judicial debe ser sin cuartel y sin pedir "cacao". Debemos recordar que con cada gramo de droga que entra a Nicaragua se corre el riesgo de que estos lleguen a las manos, narices, y venas de hijos, y padres también.