Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

miércoles, julio 19, 2006

27 años más tarde

Hoy se cumplen 27 años desde que el pueblo nicaragüense se insurreccionó para derrocar a la dictadura impuesta por la familia Somoza la que por 43 largos años había reprimido a la población.
No se puede ignorar que el entonces movimiento armado FSLN jugó importantísimo papel en esa gesta histórica. Había quedado demostrado hasta la saciedad que aquella dictadura no entendía buenas razones.
Pero el tiempo demostró que los segundos resultaron peor que los primeros. En diez años alienaron en su contra a gran parte de la población, la que tuvo que abandonar su tierra para poder salvar su pellejo y el de sus hijos, luego que los totalitarios fomentaron otra guerra fraticida, como si los 50.000 muertos que había costado la del ‘79 no hubiese sido suficiente. Resultando igaul que los Somoza: Rehusándose escuchar al pueblo
A pesar que habían jurado no abandonar el poder, fueron los otros 35.000 mártires de la guerra de los años 80, junto con la comunidad internacional quienes torcieron el brazo a los marxistas hasta el punto de tener que aceptar llevar a cabo elecciones con resultados ya conocidos.
Aunque han pasado 16 años desde que el frentismo perdió el poder los nicaragüenses no hemos podido verdaderamente sacudirnos a ese alacrán de la camisa; alimaña que pica al obrero, al campesino, y al empresario ó al estudiante por igual.
Su desvastadora existencia hace realmente imposible el que la nación avance para salir de la depresión general a la fue llevada por el FSLN. Ningúna administración podrá arroparse con el privilegio de haber llevado a Nicaragua a la cima mientras el partido de Daniel Ortega mantenga una presencia política activa en Nicaragua.
Es por eso que ahora, a pocos meses de las elecciones generales que se efectuarán el próximo noviembre, es esencial que ese partido no gane el poder. Tal cosa regresaría a Nicaragua a los niveles de vida que mantuvo en la década de los años 80. Especialmente ahora que cuenta con el respaldo económico del mandamás venezolano Hugo Chávez Frías quien ha prometido latinoamericanizar su revolución.
Pero de la misma manera que los frentistas son responsables de la debacle que atraviesa Nicaragua, los líderes actuales del Partido Liberal Constitucionalista son corresponsables de la misma, por la permanente convivencia política con Daniel Ortega y los suyos a través del conocido pacto Alemán - Ortega.
De ahí que la única alternativa para disolver esa nefasta asociación es la que presenta la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) a través de la fórmula presidencial integrada por Eduardo Montealegre y Fabricio Cajina. Ambos son elementos sin tacha, cuyo historial político es la mejor presentación ante el pueblo, a la vez que sirve como argumento irrebatible para demostrar que Nicaragua gozará de una administración diafana y firme.
Se invita a los nicaragüenses honestos que conforman las filas del PLC y del FSLN para evaluar su papel en la vida política de la nación y contemplar el futuro claro que ofrece la boleta electoral de la ALN en la casilla 9.