Morales Carazo ve perdedor a Alemán

"‘¿para qué sirve el estribo?’, el estribo no es sólo para saber subirse al caballo, sino para saber bajarse a tiempo "

Así que ese es el secreto de don Jaime Morales Carazo. El estribo. Pero más que todo, éste consiste en que él sabe cuándo bajarse, y usualmente se baja antes; mucho antes que el barco empiece a hacer agua.

Por el otro lado. Es interesante leer como los antiguos "correligionarios" ahora analizan la tragedia del plc en tercera persona. -Ellos- Dice el todavía diputado Donald Lacayo; cuando hasta hace un par de semanas era : Nosotros, y él formaba parte de la gran "marea roja".

Con todo y todo, lo que dice el señor Lacayo, es cierto. El plc debe reformarse. Tiene que y debe cambiar.

Con esto parecen estar de acuerdo muchos liberales de ese partido pues lo andan repitiendo a diestra y siniestra, asegurando que el plc sacudirá el palo y la repercusión llegará hasta los comités que tienen en el exterior.

Lo anterior lo escuché por primera vez de boca de uno de sus prominentes miembros al día siguiente a las elecciones cuando nos encontrabamos en el Hippo's sumarizando lo ocurrido.

En realidad con éste comentario no pretendo entrometerme, menos aún, hacer leña del árbol caído. El plc es soberano y se respetan sus decisiones. Pero no deja de incomodar la ligereza con la que actúan algunos de sus personeros que antes de las elecciones disparaban llamaradas contra la ALN.

Fué durante la campaña electoral que escuché epítetos de ellos hacia nosotros, que me hicieron recurrir al diccionario más veces que cuando leía el Código Da Vinci.

Lo descrito arriba está bien pues les asiste y cubre el derecho a opinar diferente, pero, eso de querer distanciarse de su partido ahora que la suerte ha dejado de sonreírles, no es correcto.

Algo diferente sucede en el otro campo. El del fsln. En estos tiempos pretende entrar en escena el ex general Humberto Ortega siempre con el patín de que es estadista y politologo. Alguien tiene que desengañarlo y decirle toda la verdad. Nadie lo quiere. Tampoco lo toman en serio.

Es difícil saber si Daniel, su hermano, lo aceptará en su redíl ó círculo de consejeros. La realidad es que por lo menos hasta ahora don Humberto no ha pegado una sola con sus consejos ó "asesorías".

Lo bueno para él, es que tiene sus empresas que le garantizan el sostenimiento de la familia. De otra manera, si pretendiera vivir de un salario como "politologo", tendría que verle la cara a los acreedores todos los días.