Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

jueves, diciembre 07, 2006

Consecuencia y necesidad

En un reciente mensaje a la nación, el ex vicepresidente de la república Dr. José Rizo, parece querer capear el bulto de la historia pretendiendo desviar la atención de lo que, según muchos, pudo ser la razón real por la que se perdieron las elecciones.

El Dr. Rizo contempla la derrota electoral como producto de la división, pero toma como “gran error” la creación de la ALN, presentando esta como fenómeno separado sin relación alguna con lo primero e insiste en una supuesta fortaleza del plc. Aunque a la misma vez acepta que en su partido se dieron “actitudes intransigentes”. Lástima que sea muy tarde para lamentos.

Se debe considerar que la división es simplemente una secuela del problema inicial. El centro de tanto desconcierto y descontento entre el electorado demócrata fue y sigue siendo el indecente amarre entre el fsln y el plc.

Está probado hasta la saciedad que los pactos ó acuerdos políticos no son necesariamente malos; lo que convierte a estos en dañinos, es cuando se llevan a cabo con el único propósito de beneficiar a las cúpulas de los grupos participantes sin producir utilidades tangibles para las mayorías.

En nuestra historia encontramos algunos acuerdos que se alcanzaron con la finalidad de traer paz y estabilidad a la nación. Si nos remontamos a la Guerra Nacional, se puede mencionar el Convenio de Paz del 12 de Septiembre de 1856 - también conocido como Pacto Providencial - cuando las facciones legitimistas y democráticas acordaron unir fuerzas para derrotar al invasor William Walker, Más recientemente, el Acuerdo Político UNO-FSLN del 4 de agosto de 1989 donde se establecieron las bases para efectuar elecciones libres después del conflicto político-militar propiciado por el gobierno marxista de aquellos años.

Es pues el acuerdo prebendario entre los caudillos y sus secuaces, lo que indujo a muchos a separarse del plc y buscar apoyo y concordancia con otras organizaciones políticas para enfrentar juntos al monstruo bicéfalo que presentarían los pactistas a la hora de las elecciones, logrando que de esta manera la creación de la ALN pasara de ser una consecuencia para convertirse en una necesidad.

Por lo tanto resulta incomprensible que alguien con la amplia capacidad política del ex candidato, asegure que el divisionismo sea la causa de la derrota electoral y no un producto más del mencionado acuerdo libero-frentista al cual él apenas se atrevió a “denunciar” unas pocas semanas antes de las elecciones.

Apreciando el tema desde otra óptica; los resultados de los recién pasados comicios deben ser vistos no solamente como un rechazo de la población a la facción arnoldista del partido liberal, sino que también descubren al fsln como una organización política minoritaria llegada a la presidencia gracias a la falta de visión y derroche de soberbia del directorio del plc, pasando ocupar éste último, un descolorido tercer lugar en la historia moderna de Nicaragua.