La honradez como delito

Gracias a la actitud prepotente y verticalista del FSLN, la necesidad de unidad de los partidos de oposición se ha convertido en la noticia de moda de las últimas semanas, a pesar de que dicha unidad debió darse hace muchas lunas. Las razones para excusar esa posibilidad en aquellos momentos, sobran. Pero no se puede negar que la insistencia del Dr. Arnoldo Alemán por asegurarse un nicho en ese proyecto, hace que el mismo continúe siendo irrealizable.

El partido ALN ha dejado ver muy claramente que don Arnoldo es el tenamaste en el caite. Ellos aseguran que su presencia (de Alemán), en una alianza tendría efectos desastrosos no sólo para la ALN sino para el movimiento antidanielista en general. Igual ha expresado la dirigencia del Partido Conservador, y el MRS no ha dado brincos de alegría con la idea de compartir en alianza con el ex mandatario.

Es por eso que resulta incomprensible que algunos diputados hayan sugerido beneficiar al expresidente con una amnistía. Tal vez se debe a que quieren quedar bien con Dios y con el “chamuco”.

No pretendo negarle a don Arnoldo el derecho a participar en la vida política nacional. Aunque esto es debatible dada su condición de reo, pero como él parece haber contratado a los mismos abogados que han representado a la socialite París Hilton, es que lo vemos dar vueltas por toda Nicaragua por tener “el país por cárcel”. Con seguridad el próximo paso que darán las autoridades que atienden su caso, será confinarlo al planeta Tierra con la previsión de que si sale del mismo, lo meterán a una celda.

Acertadamente el Partido Conservador, que en los últimos tiempos ha recogido desafiante la bandera contra la política totalitarista del presidente Ortega, expresa que el otorgarle un “olvido” al señor Alemán sería institucionalizar la impunidad en Nicaragua. De darse eso, nuestro país se convertiría en una nación donde la honradez sería delito.

Con la aprobación del remedio legal de la amnistía, los diputados también estarían relevando de su responsabilidad ante las leyes y ante la nación a Daniel Ortega, Tomás Borge, Lenín Cerna y a otros tantos que hasta ahora han escapado del brazo de la justicia. Para terminar la burla, así mismo estarían excusando las actividades del agente de bienes raíces Gerardo Miranda y “sociedad anónima”.

Aunque don Arnoldo solamente ha sido acusado de delitos comunes, debe aguantar el peso del oprobio que acarrea el dedo índice de la ciudadanía que también lo acusa de traición por su convivencia contra natura con la dirigencia frentista

Eduardo Montealegre declaró recientemente que el Dr. Alemán sigue siendo rehén del FSLN. Opino que más que rehén, es un colaborador consuetudinario, pues sabe que su figura como político tiene en algunos círculos partidarios de oposición el mismo efecto de un cadáver de tres días, con lo cual se dificulta el concurso y la concertación de las fuerzas democráticas.

En vez de ser difunto debiera contentarse con jugar el papel de espectador. La Patria se lo agradecerá.