Nación Güegüence

Una pizarra de expresión de opiniones y sentimientos personales sobre lo que acontece en Nicaragua y lo relacionado con ella.

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Nombre: Luciano Cuadra
Ubicación: Afghanistan

miércoles, agosto 22, 2007

Un héroe en el Palacio

Aquel 22 de agosto de 1978, el nombre de Nicaragua dio la vuelta al mundo al saberse que un comando guerrillero de 25 ciudadanos se había tomado militarmente el Palacio Nacional que albergaba algunas de las oficinas más importantes del gobierno.

Al igual que la mayoría de los nicaragüenses, no tenía la mínima idea de quienes eran los que tomaban parte en esa operación.

Después se conocería que aparte del Comandante Edén Pastora, también dirigían la acción, Hugo Tórrez y Dora María Téllez, conocida como la Dos.

De los demás se sabía muy poco. Fue hasta en agosto o septiembre de 1979 habiendo sido asignado al Ministerio del Interior (MINT), que supe que uno de los compañeros con los que pasaba parte de los días y hasta altas horas de la noche sentados en el piso tratando de ordenar e identificar los archivos que la gente de Somoza había intentado destruir en su apresurada salida, era uno de ellos.

No recuerdo exactamente cómo conocí sobre su participación en el asalto, ya para entonces habíamos entablado una amistad que duraría por algunos años. Creo -hace ya tanto tiempo- que le decíamos 102. No puedo asegurar que se debía esto a la clave que le fue asignada durante el asalto al palacio. Su nombre era Iván Bendaña, también conocido como "Malicia".

Como decía, ese trabajo de ordenamiento nos tomaba mucho tiempo. En esta labor nos acompañaba Lidia Astorga, a quien su hermana, la compañera Nora, la del operativo contra el GN-1 Reynaldo Pérez Vega, había mandado para 'que hiciera algo".

Esas horas se nos hacían más pasajeras gracias a la participación casi hiperactiva de Iván quien no cesaba de hablar, contar chistes o simplemente burlarse de nuestra situación. Muchas veces, mientras estábamos hasta los tobillos de documentos lo escuchamos decir en voz baja "Quien lo iba a pensar. De guerrilleros a papeleros". Acompañado esto de un improperio o dos.

Asi llegábamos hasta las 12 de la noche o 1 de la madrugada cuando nos dábamos cuenta que no teníamos vehículo para irnos a nuestras casas. En esos tiempos era sumamente peligroso mobilizarse descuidadamente pues todavía se daban los famosos hostigamientos (ataques) por parte de elementos de la ya extinta Guardia Nacional que habían quedado entrampados en Managua y otras ciudades.

Por lo tanto, Lidia y yo nos vimos obligados en muchas ocasiones, a tener que esperar la salida del sol escuchando los comentarios con doble sentido y los chistes de Iván sentados en la cuneta de esa dependencia del Ministerio del Interior contando con la protección de los "compas".

Según supe, Lidia murió poco después mientras piloteaba una avioneta.

Aunque en esos tiempos la mayoría portábamos armas de guerra (M-16, Galil, Fal, Kal, etc.) Malicia se conformaba con una pistola. Pudo ser 9 mm ó .45, dando con ello la impresión de que "caminaba desnudo". No era cierto.

Lo descubrí algunas semanas más tarde cuando se nos ordenó salir en viaje de inspección hacia el puerto de Potosí, en el Golfo de Fonseca. Dpto. de Chinandega. Por ser zona fronteriza con Honduras, se consideraba territorio peligroso por la cercanía de los campamentos de guardias refugiados en ese sector del pais catracho. Estos incursionaban muy seguido para atacar a nuestras unidades.

Antes de salir de Managua, mientras hacíamos los preparativos, noté que Iván solamente portaba su arma de rigor. No pensé que fuese necesario recomendarle llevar un fusil por aquello de la "Gente Nice" (GN) pues nos acompañaría una escolta de varios compas.

Varias horas después, al llegar a nuestro destino y estacionar el jeep, noté que Iván sacaba dos granadas de fragmentación de la bolsa derecha de su pantalón, otra de la bolsa izquierda y luego sacó una de cada bolsa de la chaqueta verde olivo que llevaba puesta.

Aún sorprendido por tan exagerada "protección" lo noté pensativo, por lo cual decidí preguntarle qué sucedía. Su respuesta me dejó con la boca abierta: "es que no encuentro otras dos "piñas" (granadas) que traía. Yo 'creo' que se cayeron debajo del asiento del jeep". En ese momento creí conveniente establecer - de manera inmediata - una distancia estratégica entre el vehículo y yo; lo cual efectué muy decorosamente.

En un incidente que tuvo lugar en la misma zona semanas más tarde, pude comprobar que Iván era un "pitcher" diestro en el uso de las granadas.

Dejamos de vernos debido a los cambios rutinarios. Alguna vez platicamos cuando yo bajaba a Managua. Poco después salí de Nicaragua descontento con el rumbo que unos cuantos le daban a la revolución que era de las mayorías.

Creo que fue en 1982 ó 1983 que me di cuenta que Iván también había abandonado el MINT para integrarse a las fuerzas de la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) que dirigía el Comandante Pastora. Intenté dar una "parrafeada" con él pero las ocupaciones que nos imponía la problemática nacional no lo permitieron.

Algún tiempo más tarde me avisaron que había muerto de manera trágica y quizá tonta. Escuché varias versiones. Ninguna de ellas tenía sentido. Como tampoco lo tiene la muerte de cualquier joven, menos uno que arriesga lo poco o mucho que tiene por su Patria, sin importar el color de la bandera que enarbole.

Iván Bendaña, el compa de los chistes y el buen humor, es uno de esos tantos héroes anónimos que llenan las páginas de nuestra historia que han sido escritas con sangre joven.

domingo, agosto 19, 2007

Cien años de Manolo Cuadra

En homenaje al poeta Manolo Cuadra Vega, en el centenario de su nacimiento, y como un aporte al conocimiento y estudio de su obra para estudiantes y profesores de literatura, publicamos este trabajo del poeta Julio Valle-Castillo, sacado de su libro El Siglo de la Poesía en Nicaragua. Modernismo y Vanguardia (1880-1940) Tomo I, páginas 483-507. En próximas entregas, publicaremos una antología de la poesía de Cuadra Vega, de la cual en este número adelantamos dos poemas: Perfil y La palabra que no te dije; en página 12.

Dibujo de Toño López.

Manuel Antonio Cuadra Vega, quinto de los nueve hijos del matrimonio formado por la profesora Josefa María Vega Fornos, quien también escribió versos, y del próspero comerciante Manuel Antonio Cuadra Urbina, quien solía enrolarse en aquellas revueltas de la primera década del siglo, encabezadas por el general Emiliano Chamorro. Precisamente, para la Guerra del Atlántico (1909), Cuadra Urbina abandonó sus negocios y procurándole a su familia cierta seguridad la refugió en Granada. Retornó en enero de 1910, después de la caída del régimen liberal del general José Santos Zelaya.

En 1913, el combatiente fue nombrado por el gobierno conservador Comandante de Armas del puerto de San Juan del Sur, hacia donde se trasladó con la prole y hasta con una maestra para su educación privada.En 1915, los Cuadra Vega regresaron a Granada, donde el pequeño Manuel Antonio continuó su aprendizaje en una escuela del vecindario, Las Romeritos, pasando luego al Colegio Salesiano. En 1919, mientras su familia se establecía en Masaya, quedó interno en el mismo colegio para cursar telegrafía y radiocomunicaciones.

El 10 de enero de 1920 murió la madre, víctima de tuberculosis, provocándose una crisis sentimental y disolución familiar que marcaría al adolescente por siempre. Entonces, de 1922‑1924, para colaborar con su padre, trabajó como auxiliar en la Oficina de Telégrafos de Masaya. En 1925 arrancaron sus avatares y aventuras políticas, bélicas e idealistas al incorporarse como soldado a las tropas del general Humberto Pasos Díaz y amotinar a sus compañeros, que demandaban salarios atrasados, por lo que conoció por primera vez la cárcel.En 1927 aparecieron sus poemas primigenios en los periódicos San Fernando, de Masaya, La Noticia Ilustrada y La Semana, de Managua, donde fue presentado por un conocido de infancia, José Coronel Urtecho. La presentación dice:Manolo Cuadra fue a San José de Costa Rica a pie.
Es boxeador amateur y amateur poeta.Aquí donde confunden al poeta con el enamorado, con el músico y con el orador da lástima decirle poeta a ese muchacho sano y fuerte que hace versos como si diera papirotazos.Las flores que lanza alguna rara vez parecen lanzadas con honda.


Manolo Cuadra: hondero de palabras.Un poco pesimista – ¡y tan muchacho!- puso knock-out a su yo romántico tropical. Al sudor que le queda en la frente le llama lágrimas.Manolo es constructor. Hace de versos muñecos de cuerda, fores chicos y bombillas eléctricas. De los feos actos suele hacer pequeñas máquinas. El sentimiento no se ve pues se hace movimiento. Manolo Cuadra pertenece al team nuestro, poetas vanguardistas. Luis Alberto Cabrales, que también pertenece al team, dijo que el gran padre Pallais y José Coronel Urtecho (yo) somos de los “mejores poetas” de Nicaragua. Es cierto. Y él también y Manolo. Sin pretensiones, poetas en el nuevo sentido de la palabra, temporáneo y limitado, poco importante. Como si yo dijera que somos el mejor club de fútbol.


La poesía es un sport espiritual –una bonita manía.Pero Nicaragua –país fecundo- tiene sus grandes poetas –poetas de grande- poetas esféricos, de ribetes eternos- Don Rubén, Don Santiago, Don Manuel, Don Ramón. ¡¡¡Pon…Pon!!!Es aquí que Manuel Antonio Cuadra Vega cambiará su nombre por el de Manolo Cuadra y se convertirá en uno de los miembros más representativos y controversiales, incluso para el mismo grupo, del Movimiento de Vanguardia. Es el otro gran ausente de Granada, debido a su movilidad laboral por Rivas (1928), Masaya y Tipitapa (1929), Las Maderas y Las Banderas (1930-31) y Managua.

Poeta fundador de la moderna narrativa nicaragüense, novelista y cuentista testimonial, ensayista epistológrafo, comentarista deportivo y periodista.En 1932 se enroló en la Guardia Nacional, siendo de inmediato transferido sucesivamente a Quilalí, El Jícaro, Ocotal y Teotecacinte, Las Segovias, a luchar contra las fuerzas campesinas y anti intervencionistas del general Sandino, experiencia que se registrará en sus cuentos Contra Sandino en la montaña (1942). En 1935 dejó la G.N., se afilió al Partido Trabajador Nicaragüense (PTN) y se declaró admirador de Sandino y de su gesta, dedicándose al periodismo y a escribir una obra sobre el guerrillero, convirtiéndose así en uno de los primeros intelectuales de izquierda de Nicaragua, muy sui géneris; ex conservador, ex guardia nacional y cristiano. Al lado de su hermano, el teniente Abelardo Cuadra Vega, participó en la sublevación de oficiales contra el jefe director de la Guardia, el general Somoza García, y fue encarcelado. Sus ex compañeros vanguardistas gestionaron ante el presidente Juan Bautista Sacasa y el general Somoza García y consiguieron su libertad, mientras su hermano Abelardo era procesado y condenado a muerte, conmutándole posteriormente la pena.

Integrante del Comité de Huelgas de 1936, opositor inquebran­table de la naciente dictadura y del régimen de Somoza García, en 1937 fue confinado a Corn Island con otros militantes del Partido Trabajador de Nicaragua y a su regreso a Managua escribió Itinerario de Little Corn Island. En 1938, a raíz de la división del PTN, se marchó a trabajar como peón en las bananeras de Costa Rica.

La década del 40 la pasó entre cárceles, confinamientos, en la Editorial y Círculo de Letras Nuevos Horizontes, en el Hotel Ayala y en redacciones de diarios y revistas (“Bombas de Mano... lo”, “Con DDT”, “Suceda lo que suceda la dictadura caerá...” y “Santo y Seña”). Hizo una que otra salida a Costa Rica. En 1945 publicó su diario de prisión o novela humorística, Almidón. Había formado pareja y hogar con Edith Ayala, con quien tuvo tres hijos. El 13 de octubre de 1949 se publica el manifiesto de UNAP y entre los firmantes, el primero es el poeta Manolo Cuadra. En 1950 realizó un anhelado y proyectado viaje a Nueva York, viviendo unos meses al lado de sus hermanos Luciano y Gilberto.En 1951 salió nuevamente exiliado, ahora a El Salvador.

En 1952, sus camaradas deL partido socialista le organizan un viaje a Europa con el objeto de conocer el sistema comunista, pero, a media gira, se regresó. En agosto de 1954 es de nuevo desterrado a Costa Rica por órdenes del general Somoza García y en octubre de 1955 aparece su único libro de poemas, Tres amores, mientras trabaja como columnista en los diarios firman­do con el seudónimo de Sergio Corazain.

Casado por segunda vez, ahora con Ruth Waters, procreó tres hijos. Intervenido quirúrgicamente en el Hospital del Seguro Social de San José, se le diagnostica un cáncer renal. Regresa a Managua, a mediados de 1957, y fallece a las 4 y 15 p.m. del 14 de noviembre del mismo año. En 1995 se recogieron y seleccionaron sus cartas y ensayos políticos y de crítica de arte bajo el título El gruñido de un bárbaro, Managua, Editorial Nueva Nicaragua, introduc­ción y notas de Julio Valle‑Castillo.


Bibliografía Libros de poemas: Tres amores. Managua, Editorial Krumen, 1955. Segunda edición: Tres amores. Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 1992. Edición y prólogo de Julio Valle-Castillo y epílogo de Mario Cajina-Vega.Antologías: Nicaragua Lírica. Santiago de Chile, Editorial Nacimiento, 1937, por Isidro Augusto Oviedo y Reyes. Poesía nicaragüense. Managua, Editorial Nuevos Horizontes, 1948, por María Teresa Sánchez. Antología de la poesía centroamericana. Perú, Editora Latinoamericana S.A., 1960. Poesía revolucionaria nicaragüense. México, Ediciones Patria y Libertad, 1962, por Ernesto Cardenal y Ernesto Mejía Sánchez. Sus mejores poemas (Antología de Manolo Cuadra). Managua, Ediciones del Club del Libro Nicaragüense, 1962. Antología. Managua, Editorial Nicaragüense, 1963. 100 poemas nicaragüenses, El Pez y la Serpiente, Managua, núm. 4, enero de 1963. Antología de sonetos nicaragüenses, Ventana, León, año IV, núm. 19, octubre‑diciembre de 1963, por Mario Cajina‑Vega y Fidel Coloma. Poesía nicaragüense, La Habana, Casa de las Américas, 1972. Selección y prólogo por Ernesto Cardenal. Nueva antología de la poesía nicaragüense. Managua, El Pez y la Serpiente, 1972. Antología general de la poesía nicaragüense. Managua, Ediciones Distribuidora Cultural, 1984, por Jorge Eduardo Arellano. Flor y canto. Managua, Centro Nicaragüense de Escritores, 1998, por Ernesto Cardenal. Solo en la compañía. Selección e introducción de Lizandro Chávez Alfaro. Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 1982. (Segunda edición: La Habana, Casa de las Américas, 1992). Hija del día, artes poéticas nicaragüenses, Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 1994, por Julio Valle‑Castillo.Estudios sobre el autor: José Francisco Borgen: Manolo Cuadra y su poesía. La Estrella de Nicaragua, Managua, 30 de julio de 1950. Julio Ycaza Tijerino: La poesía y los poetas de Nicaragua. Managua, Ediciones de la Academia Nicaragüense de la Lengua, 1958. Pablo Antonio Cuadra: Torres de Dios. Managua, Ediciones de la Academia Nicaragüense de la Lengua, 1958. José Cuadra Vega: Manolo: sus últimos días. La Prensa, Managua, 16 de noviembre de 1958. Fernando Centeno Zapata: Manolo Cuadra. Poeta del Pueblo, el Mar y el Amor. Managua, Ediciones del Club del Libro Nicaragüense, 1964. José Calatayud Bernabeu: Manolo Cuadra (El Yo y sus circunstancias), Managua, 1968. Homenaje a Manolo Cuadra en Cuadernos Universitarios, León, Nicaragua, segunda serie, núm. 9, junio de 1974, con textos de Napoleón Fuentes y Mario Cajina-Vega. Flora Ovares y Margarita Rojas, El sello del ángel, ensayos sobre literatura centroamericana. Heredia, Euna 2000. Y Pedro Xavier Solís: El Movimiento de Vanguardia de Nicaragua. Análisis y antologías. Managua, Colección Cultural de Centro América. Serie literaria Núm. 11, 2001.

Una lección sobre cómo NO negociar

Mucho se ha comentado últimamente sobre el supuesto enamoramiento de la cúpula del PLC para con el Partido Conservador. No se sabe a ciencia cierta el fondo del asunto. Pero conociendo la reputación que les cubre holgadamente a los liberales-constitucionalistas y que les precede, considero inaudito que se piense en sentarse a negociar con estos señores.
Antes de continuar diré que admito la necesidad imperial de platicar por la bienandanza de la nación, especialmente si se trata de desarmar al Pacto que tiene a Nicaragua entera con las manos arriba y contra la pared, pero de eso, a negociar una diputación bien ganada, hay una diferencia sideral.

En primer lugar, y aquí quizá peque de romántico, creo que a quien más le conviene deshacerse del estigma pactista, es a la directiva del PLC. Ellos saben que si no rompen con el FSLN, seguirán sosteniéndole la candela al presidente Ortega; por otro lado, así como están las cosas; si no alteran el status quo, nunca van a ver el brillo solar, electoralmente hablando.

En otras palabras, no van a ganar una sola elección. Sencillamente porque el Frente no se los vá a permitir. Probablemente la ALN-PC tampoco ganará, pero ellos (PLC) saben que eso de la “alternabilidad en el poder” cesó cuando el último presidente conservador de los treinta años.

No se tiene que regresar mucho en la historia para darnos cuenta que el historial de crédito político de la cúpula del PLC no es nada bueno. Con esto no pretendo aparecer como el individuo que posee la última Coca-Cola en el desierto, pero no es malo recordar que tan sólo hace un poco más de dos semanas los diputados del PLC que habían acordado respaldar la posición del diputado Bolaños Davis, hicieron una vuelta tan rápida que seguramente todavía se encuentran girando sobre sus tacones.

Las excusas que ahora puedan ofrecer esos señores, son irrelevantes. Lo que a mí me extraña, es que algunos dirigentes del partido ALN y particularmente los del PC se muestren s o r p r e n d i d o s y molestos por esa actitud ala puñalada trapera. ¡Por favor! El hijo de tigre tiene que salir rayado.

Una vez más. En este asunto de la anulación de la diputación contra el diputado Bolaños Davis, no hay nada que negociar. Desde el inicio se sabía cual sería el resultado de la actividad de Alejandro Bolaños en favor de la clase trabajadora y los despedidos del Estado, agregando a esto su involucramiento en la acusación contra el ex-alcalde, ex-diputado y ahora aprendíz consular Gerardo Miranda. Esa labor que desarrolló Bolaños protegiendo a los obreros, no admite negociación de ningún tipo. Por lo menos así lo veo yo, y según las últimas declaraciones de Bolaños Davis, él se ha expresado más o menos en los mismos términos. En estas cosas uno debe estar dispuesto a morir con las botas puestas.

Además ¿qué había que “platicar” o negociar con el Dr. Alemán? Si era tanto el interés de parte del PLC, lo más lógico y prudente hubiera sido que ellos dieran primero una muestra de “buena voluntad” absteniéndose de votar para enviar el caso a la Corte Suprema de Justicia.

Otra cosa que no comprendo es ¿porqué los dos diputados de la ALN-PC secundaron esa propuesta del diputado Wilfredo Navarro (la del recurso innominado)? Aducir que era mejor enviarlo a la CSJ que perderlo en el momento (LA PRENSA 3/8/07) es un argumento muy débil por parte del diputado Callejas pues ellos sabían bien que la caída sería más estrepitosa en la Corte Suprema ya que esa entidad está en la misma bolsa donde Alemán y Ortega guardan sus chibolas y además estaría cubierta por un velo de legalidad.

Los resultados de tanta “negociación” están ahora a la vista de todos. Alejandro Bolaños fuera de la AN. El PLC lavándose las manos diciendo que ellos nada pudieron hacer. Miranda - el aprendiz de cónsul- cobrando un cheque por no trabajar ¿y el FSLN?…. ¡Muy bien! Gracias por preguntar.

¡De esos negociadores liberame Señor!

jueves, agosto 09, 2007

Algo más sobre los origenes de la Guardia Nacional de Nicaragua



Un amigo me remitió un enlace al periódico La Estrella de Nicaragua, donde pude leer el comentario de su director Sr. Nicolás López Maltéz sobre el origen de la designación que se le dio al cuerpo armado creado a instancias y entrenado por miembros de la Infantería de Marinos de Estados Unidos (USMC) y que sería conocido como Guardia Nacional de Nicaragua.

Tal publicación me llamó la atención pues ese ha sido uno de los temas de mayor interés para mi, llevándome ello a buscar documentos en los archivos de los Estados Unidos en Washington, donde me he encontrado en gran parte con la versión que el señor Maltéz expone en su narrativa. Aunque también he obtenido cierta información adicional. Esto lo hablaba casualmente hace un par de semanas en Managua con mi amigo el Dr. Jorge Eduardo Arellano.

Sobre el término Constabularia, nombre con el que se denominó inicialmente al cuerpo armado nicaragüense, es, tal como dice don Nicolás, una palabra sin traducción al castellano, aunque el diccionario Oxford lo traduce simplemente como Policía; con origen etimológico del Latín comes stabuli. Se le aplicaba este término al encargado de la seguridad de un castillo o de un feudo.

De acuerdo a mi búsqueda, hasta el momento, la primera vez que se emplea la palabra Constabulary en comunicación oficial del gobierno de Estados Unidos en referencia al caso de Nicaragua, se encuentra en un extenso telegrama fechado el 10 de diciembre de 1924 que dirige el entonces Secretario de Estado de Estados Unidos (Charles Evans Hughes) al Encargado de Negocios en Nicaragua (Walter C. Thurston).

El telegrama lo inicia comentándole que esa dependencia ha examinado con cuidado “la situación electoral en Nicaragua…” Más adelante, casi a mitad de la comunicación, expresa: “El Departamento (de Estado) considera que la formación de una Constabularia promoverá la paz en el país e igual de importante es la solución satisfactoria a los problemas económicos que enfrenta Nicaragua.” Esto era en realidad una condición que Estados Unidos le ponía a Carlos Solórzano para darle el respaldo a su candidatura por la presidencia.

Luego, en otro telegrama, esta vez enviado por Thurston al Secretario de Estado, e 13 de diciembre de 1921, dice:

“Carlos Solórzano ha firmado en mi presencia el siguiente documento…” A continuación detalla tres puntos, del cual, el segundo dice: “Expreso formalmente que en cuanto asuma la presidencia formaré una constabularia para que establezca el orden una vez que se retiren los infantes de marina estadounidense…”.

Es interesante notar que el término Guardia Nacional de Nicaragua aparece mencionado por primera vez pocos días después, en otro telegrama del Secretario Hughes para Thurston en el que le comunica: “Tengo el honor de acusar recibo de la nota de su Excelencia del 7 de enero de 1925 en el que se refiere a las desafortunadas consecuencias que pudieran surgir al retirarse la Guardia de la Legación que ha estado en Nicaragua desde 1912, y en el que expresa el deseo del Presidente de Nicaragua de que esta protección no debería ser evacuada hasta que haya quedado establecida, bajo la instrucción de instructores americanos, una eficiente Guardia Nacional de Nicaragua”.

Poco después, el 17 de febrero del mismo año, el Dpto. de Estado envía un telegrama más con un agregado de 17 puntos. Este documento es titulado: Plan para el establecimiento de una Constabularia en Nicaragua.

El primero de estos puntos, reza: “El Gobierno de Nicaragua establecerá un cuerpo de policía civil a la que se le referirá de ahora en adelante como ‘la Constabularia.’

Calvin Carter, Mayor del ejército de Estados Unidos contratado para ser el primer Jefe e Instructor de lo que fue la Constabularia Guardia Nacional, reconoció el famélico estado en que se encontraba ese cuerpo al asegurar que a su llegada a Nicaragua el 16 de junio de 1925, éste estaba integrado por “doscientos reclutas, pocas municiones y un armamento casi inexistente”.

Carter abandonó Nicaragua frustrado por la falta de apoyo y de decisión del presidente Solórzano durante el golpe de estado de Chamorro conocido como El Lomazo pues aseguraba que él pudo haber dominado a los rebeldes.

Los militares estadounidenses de la época consideraron la existencia de la Guardia Nacional en dos etapas. Quizá por la fragilidad de la primera versión debido a la ausencia de apoyo por parte de Solórzano. La primera es la que se desarrolla desde 1925 hasta 1927 cuando se da el Acuerdo de Tipitapa o Pacto del Espino Negro del cual sale fortalecida la reedición de ese cuerpo armado y del que asume el control el Cnel. Robert Y. Rhea (USMC).

Lo anterior se percibe en un artículo escrito por el Capitán William L. Bales, presente en el campo de operaciones y publicado en octubre de 1932, en el que asegura que: “La Guardia Nacional de Nicaragua inició su existencia en el verano de 1927…”.



Lo mismo expresa el Capitán USMC Evans F. Carlson en otro artículo publicado en 1937 en él escribe: “Había una especie de organización, pero su dudosa valía quedó demostrada cuando el Coronel Rhea asumió el mando. De un total de doscientos noventa y cuatro hombres enlistados de manera oficial, sesenta y cinco de ellos estaban ausentes. Esa unidad fue disuelta y la nueva Guardia inició su carrera de la nada”.

En la segunda etapa, las funciones de policía les fueron asignadas a la Tercera Compañía después que esta regresara de la zona norte, donde había estado operando. La Tercera Compañía asume su papel como unidad de protección urbana el 15 de marzo de 1928 bajo la dirección del Teniente Herbert Keimling.

Para concluir, quiero agregar una nota que considero interesante y que enseña lo que pudo haber sido el cuerpo precursor de la Guardia Nacional. En 1915 el político liberal Julián Irías viajó a Washington para solicitar el respaldo de Estados Unidos a su postulación como candidato presidencial en las elecciones de 1916. Ahí presentó un pliego de proyectos entre los cuales estaba uno que incluía la creación de una “Guardia Rural” para Nicaragua. La historia nos ha demostrado que su propuesta fue ignorada.

sábado, agosto 04, 2007

El amarre continúa

¿Qué se puede decir sobre esta nueva "movida magistral" del PLC?

¿Con qué cara pueden estos señores pedirle a la ciudadanía que los apoye en las próximas elecciones para derrocar al FSLN?

Después de esta hazaña, ¿Queda duda alguna de quien es el mejor aliado del partido de doña Rosario y de Daniel Ortega?

En realidad la molestia no es porque se la hicieron a Alejandro Bolaños. Lo que perturba es el hecho de que insisten en mantener a los nicaragüenses manos arriba y contra la pared y de la misma manera como actuaron contra el diputado de la ALN, lo harán contra cualquiera que se oponga al Pacto.

Con ello la población debe tener claro que la hermandad entre el FSLN y el PLC continúa. No existe un verdadero deseo de ponerle un alto al Pacto. Ahora, es esperado que estos señores seguirán "buscando la unidad" con las fuerzas democráticas, lo cual indudablemente no los incluye a ellos.

Seguramente van a decir que cumplieron con la ley al remitir el caso a la Corte Suprema de Justicia que es lo mismo a decir que lo dejaron a la voluntad de Ortega y Alemán. ¿No son acaso esos magistrados productos de la componenda? ¿Quien es aquel que piensa que esos señores van a actuar contra los designios de los líderes?

miércoles, agosto 01, 2007

Masatepe-Antigua estación del tren - a medianoche

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Gimnasia rítmica en la Plaza de la República

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